La carrera de Sun Yang cada vez es más rocambolesca, en especial fuera del agua. A su rifirrafe con su entrenador en los meses previos al Mundial se une ahora un delito contra la seguridad vial, algo considerado como grave según la legislación china.
Durante el pasado fin de semana Sun Yang fue arrestado por conducir sin licencia y estrellar su Porsche contra un autobús. Tuvo que prestar declaración en sede judicial antes de ser puesto en libertad con cargos.
Ahora afronta un juicio en el que según la web especializada SwimVortex se enfrenta a tres posibles penas: quince días en prisión, trabajos para la comunidad o una cuantiosa multa. De momento el percance ya le ha pasado factura deportiva: el Instituto de Deportes de Zhejiang le ha apartado indefinidamente de la competición “hasta que sea plenamente consciente de lo que ha hecho”.
Por su parte Sun, de 21 años, ya ha pedido disculpas, declarando que “debería haber dado ejemplo como personaje público que soy, pero no lo he hecho. Estoy profundamente arrepentido de mis actos. Me he centrado demasiado en el entrenamiento para la competición, dejando de lado el aprendizaje de algunos conceptos
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